sábado, 28 de marzo de 2009

B

Hoy dia, abrio los ojos sin muchas ganas de despertar. Ordeno las palabras que tenian en caos su pensar. Se fijo en los matices amarillentos, y en como dolia su piel. Dejo calentar la cuchara con la cafeína, el licor de su padre y azúcar. Puso el metal caliente sobre su ombligo, gimio el nombre de su diosa.

En el piso, sangraba su perro, lamia su estomago. Sangraba, porque habia dejado de sangrar, puesto que la sangre se habia secado y dejado una cicatriz realmente fea, bajo una perspectiva humana.

Escribio el mejor poema de su vida.
Lo bautizo perro sangrando.

Y todos creyeron una metafora en lugar de su relato.

Nunca desperto después de eso.
Ateismo y soga.

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