Sin cuenta

Lo primero, es que soy dos peces. A veces escucho los tres, mientras leo la cuarta. Economia y negocios es para mi la quinta pata del gato. Y es la capilla sixtina, la apertura del septimo sentido (y la septima pata del gato), impresiona más que el alien, el octavo pasajero o el nueve de Ivan Zamorano, aunque no se si más que el 10 de Maradona, quien se volvio adicto a la cocaína y lo hizo tomar once a deshoras, inclusive a las 12AM. La imagen del genesis comprende trece hombres.

Catorce son los primeros protagonistas de la estupidez, y quince si se cuenta al animador. Dieciseis y diecisiete interpretadas por un reparto de todos mayor de dieciocho. Y el dieciocho, no es dieciocho sin diecinueve, no tendría el delirio de la incoherencia, del poco carruaje de un pendejo de veinte.

Blackjack, murio un 22 Warhol, que seguramente hubiese gustado pintar a Michael Jordan, el 23 de los Bulls, o quien interpreta 24, Keither Sutherland. Hubiese sido bueno verlo en la hora 25, también muchos otros le darian sentido a ese 26 que naci, como el rey lagarto, Jimi Hendrix o el hombre de rastas locas, amigo de Warhol, que mueren todos a los 27.

28 son los días de Febrero, y yo casi naci un 29 ilusorio. Treinta, la canción de SFDK, que escucho los meses todos, cuando fumo los 31 dias. Y 32 cuando abuse de la cocaína, pienso en el sacrificio corporal como el flaco buena onda revolucionario muerto a los 33.

34 veces busque que hacer con el siguiente número, aunque sabia bien que son siete veces tres, que no son numeros sagrados, ni tampoco convictos del demonio como si es el 36, que son tres veces seis. A mi no me aqueja el diablo, hay a quien afiebra, saca de sus 37 grados celsius a casi un 38% de la población mundial. Lo que si me enferma es ver un 39, con coma entre sus digitos en una prueba o quienes se hacen llamar cristianos respeten la cuaresma con cuarenta y una condiciones que jueguen a su favor.

Posiciones sexuales ahueonás, el 42. 43, el número de compañeros de básica que recuerdo, si me cuento como una persona diferente, que si lo era, son 44. 45 son los minutos que disfrutamos el partido de Chile contra Camerún en el colegio, cuando no me importaba medir mas del metro 46. 47 los segundos que lloré la perdida de aquellas 48 horas que duro nuestro amor, a los 49, me gusto aquella niña que prefiere tipos chicos que prefieren la talla L.